Burgos, 17 de julio del 2023.- La inteligencia artificial son programas informáticos que se basen en algoritmos de Machine Learning, Redes Neuronales y Big Data. Por lo tanto, se trata de desarrollos y lenguajes de programación, concebidos por seres humanos, cuya evolución se basa en fórmulas matemáticas y algorítmicas. Su uso en tareas repetitivas con grandes volúmenes de información es ya, hoy, muy útil. Ejemplo: ChatGPT. A continuación, vamos a analizar otro uso de la inteligencia artificial en las zonas verdes urbanas como ha explicado la revista Equipamiento y Servicios Municipales.

Según esta revista, la conservación de las zonas verdes urbanas es esencial en la lucha contra el cambio climático y, siendo cada vez más conscientes de este reto, las administraciones locales se esfuerzan cada vez más por optimizar los trabajos de mantenimiento, maximizando el rendimiento de los equipos de trabajo y garantizando una correcta asignación de los recursos naturales, humanos y materiales necesarios para su adecuada conservación.

Combinando Inteligencia Artificial y la tecnología geoespacial más avanzada, con fotografías satelitales de alta resolución, la solución es capaz de hacer un inventario de la masa arbórea con una precisión estimada del 95%. Además, dichos satélites utilizan sensores infrarrojos para recopilar información más allá del espectro visible, lo que brinda una comprensión más profunda de todo lo que sucede en un área determinada, permitiendo clasificar tipos de cultivo, identificar el estado de salud de las plantas, detectar enfermedades y plagas, conocer su estrés hídrico para administrar los niveles de riego, etc. Se obtienen de esta forma más de 30 índices vegetativos bioquímicos y biofísicos, así como firmas espectrales que clasifican la salud de la vegetación, categorizan la materia natural, penetran el humo y detectan incendios o mapean minerales, entre otras funcionalidades.

Toda esta información analizada en el marco de una solución IoT facilita a los equipos de trabajo de parques y jardines adoptar las mejores decisiones a la hora de asignar recursos para el mantenimiento de las zonas verdes. Así se optimizan los recursos disponibles y se contribuye a una gestión más eficiente de los mismos.

La revista Equipamiento y Servicios Municipales añade que el Ayuntamiento de Fuenlabrada ha sido el primer organismo público de España en utilizar la solución para tal fin. El proyecto comprendió el desarrollo de una prueba de concepto con el objeto de realizar un análisis automatizado de la vegetación en los parques y jardines urbanos del municipio madrileño.

Los resultados que se entregaron en el marco de la prueba de concepto incluyeron: un inventario con información geoespacial de la vegetación, el cálculo de la extensión de las superficies verdes arbóreas y herbáceas, una clasificación por especies, una línea de referencia de la salud de las masas a partir del análisis de las características biofísicas de la vegetación (área foliar y actividad fotosintética) y la evaluación comparativa de la salud vegetal respecto al año anterior.

La ejecución del proyecto ha puesto de manifiesto la utilidad de los datos para la gestión de elementos verdes urbanos. Al digitalizarse el servicio, el inventariado de la masa arbórea y el control de sus parámetros de salud puede realizarse de forma más rápida y precisa, sin necesidad de ningún tipo de desplazamiento, lo que consigue ahorrar costes, reducir el tiempo de operación sobre el terreno y mejorar la calidad de la comunicación del servicio prestado, redundando además en la propia sostenibilidad de las ciudades. Además, se podrá acceder a los datos históricos del proyecto, facilitando el seguimiento de la evolución de todas las zonas controladas.

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